Bou, piloto del equipo Montesa-Honda Repsol, ha dominado la disciplina del trial durante muchos años, acumulando, a día de hoy, 37 títulos mundiales entre las categorías indoor y outdoor. Su aportación al deporte no solo se mide en trofeos, sino también en la evolución técnica de las motos de trial y en su papel como embajador de una de las disciplinas más exigentes y espectaculares. Ahora, parte de esa historia está al alcance de todos nosotros gracias a su gesto con el museo alcalaíno.
La primera de las motos depositadas es la Montesa Cota 4RT con la que Bou se proclamó campeón del mundo por primera vez. Este modelo marcó el inicio de una era de dominio sin precedentes en el trial. Una moto revolucionaria, de 4 tiempos, que devolvía el nombre de Montesa al más alto nivel mundial, en esta ocasión -y desde entonces hasta ahora- con los colores de Repsol. Sin duda, representaba un cambio de paradigma frente a los modelos de dos tiempos dominantes hasta entonces. Con ella, Bou demostró que la innovación y el talento podían ir de la mano para alcanzar la excelencia.
La segunda pieza es la montura con la que logró su penúltimo campeonato mundial, un reflejo de la evolución técnica de Montesa y del perfeccionamiento continuo del piloto catalán. Esta unidad muestra los avances en electrónica, geometría y materiales que han permitido a Bou mantenerse en la cúspide durante tantos años, compitiendo siempre al límite y sin margen para el error.
La entrega de las motos tuvo lugar en un acto privado, donde Toni Bou recorrió las instalaciones del museo y conversó con responsables del proyecto “Made in Spain”, un espacio dedicado a celebrar el talento, la ingeniería y la pasión que han dado forma a la historia del motociclismo en España. Estas dos Cota, parte esencial de nuestra historia, ya pueden contemplarse en la Zona de Competición de Repsol, dentro del Museo de la Moto Española, que desde su apertura se ha consolidado como un referente nacional para los amantes del motor y la historia del motociclismo.
Con esta donación, Toni Bou no solo cede dos piezas de colección: entrega parte de su legado deportivo, abriendo una ventana al pasado reciente de un deporte que, gracias a él, ha alcanzado cotas históricas.
