PUCH MINICROSS MC 50

Otro gran acierto de nuestra industria fue el Minicross de Avello bajo la marca Puch. Avello llevaba fabricando motos desde principios de los 50, empezando con las MV Agusta italianas bajo licencia. A finales de los 60, llegó a un acuerdo similar con la austriaca Puch.

Inicialmente, produjeron varios ciclomotores de carretera con base en el motor austriaco de 50 cc, pero en 1972 dieron el gran salto al lanzar su primer ciclomotor de campo. Su diseño rompedor atrajo rápidamente a los más jóvenes, que hasta entonces no habían tenido una moto de campo accesible. Puch apostó por este segmento basándose en el éxito de la Montesa Cota 25 infantil.

El Minicross no era un simple ciclomotor, sino una auténtica moto de campo a escala: neumáticos de tacos, escape y guardabarros elevados, reposapiés plegables de metal… Además, su motor de casi 4 CV y cambio de 4 velocidades al pie la hacían potente y capaz.

No solo conquistó a los jóvenes, que la convirtieron en la “reina de las urbanizaciones” en los 70, sino que también se hizo popular en los pueblos, donde muchas acabaron con una caja frutera atada con pulpos. En 1976 apareció la versión “Super”, que puedes ver en la sección de ciclomotores de esta exposición. Pero la famosa “Cascahuevos” no desapareció del todo: siguió vendiéndose durante algunos años más como la Minicross Especial, una versión más económica.

 

Motor

Monocilíndrico 2T

Cilindrada

48,8cc

Potencia

3,8 CV

Alimentación

Carburador Bing 1/14

Transmisión

4 velocidades

Transmisión secundaria

Cadena

Precio

19.000 Ptas en 1972 (franco fábrica)

Another undeniable success of our motorcycle industry was the Minicross, produced by Avello under the Puch brand. Avello had been manufacturing bikes since the early 1950s, initially producing Italian MV Agustas under licence. By the late ’60s, they reached a similar agreement with Austrian brand Puch.

At first, they built several road-going mopeds based on Puch’s 50 cc engine, but in 1972, they took a bold step by launching their first off-road moped. Its eye-catching design immediately appealed to younger riders, who had never before had access to a proper off-road moped. Puch was taking a gamble, basing its confidence on the success of Montesa’s Cota 25 for kids.

The Minicross was more than just a moped; it was a true scaled-down off-road bike, featuring knobbly tyres, high-mounted exhaust and mudguards, and foldable metal footpegs. It was also impressively powerful, with nearly 4 hp and a four-speed foot-operated gearbox.

It wasn’t just a hit with youngsters—who made it the «queen of suburban estates» in the ’70s—but also a familiar sight in rural areas, often seen with a fruit crate strapped to the back with bungee cords. In 1976, Puch introduced the «Super» version, which you can find in the moped section of this exhibition. However, the legendary «Cascahuevos» didn’t disappear completely—it lived on for a few more years as the Minicross Especial, a more affordable version.