En los años 50, mis hermanas de la gama Brío y yo, nos convertimos en el paradigma de la moto para todo. Utilitarias, pero a la vez deportivas, resistentes, aunque ágiles y ligeras, conseguí, de la mano de mi amigo Ignacio Medina, ganar el campeonato de España de Regularidad, una dura prueba que demostraba precisamente esa polivalencia, esa facilidad de uso y sobre todo, nuestra fiabilidad.
In the 1950s, my Brío range sisters and I became the ultimate symbol of an all-purpose motorcycle. Practical yet sporty, robust yet agile and lightweight, we proved our versatility and reliability. With my friend Ignacio Medina at the helm, we won the Spanish Regularity Championship, a grueling test that showcased exactly those qualities—ease of use, adaptability, and above all, outstanding dependability.