Nada menos que el «Monstruito» fue el apodo que algunos colocaron a un piloto precoz que con 15 años y una pequeña Bultaco Lobito preparada para el trial era capaz de vencer a los líderes del campeonato de España de trial. Un mote que le venía de su impresionante capacidad de pilotaje, Manuel Soler; sobrino nieto del fundador de Bultaco fue uno de los primeros pilotos españoles en destacar en el mundial de trial, donde consiguió ser el primer español en ganar una prueba de este nivel. Pero antes ya había destacado mucho en nuestro país: en 1974, a los 17 años gana su primer campeonato de España, algo que repite en los años siguientes, hasta 1977, siempre con Bultaco.
Piloto de referencia de Bultaco durante casi todo el final de la marca, con el final de esta Manuel ficha por Montesa y con ella logra un muy meritorio 5º lugar en el campeonato del mundo y tres de los cuatro triunfos que consiguió en pruebas del campeonato del mundo. En 1983 firma con Merlín, otra de las marcas vinculadas a la familia Bultó (fundada por el hijo de D. Paco, Ignacio) ayudando así a la puesta a punto de la moto considerada por algunos la heredera de la Sherpa, hasta que al final de esa temporada y debido a antiguas lesiones, decide finalizar su carrera deportiva. Un piloto apasionado por este deporte, que siguió practicando hasta el final de su vida, participando en triales de clásicas, donde mantenía ese estilo «fino» basado en un elevado sentido del equilibrio y un tacto de gas excepcionalmente preciso que le valió ese nombre, cariñoso, de «El Monstruito»
