En 1978, la legendaria marca española Montesa lanza la Operación Crono 75, una ambiciosa campaña para poner a prueba su nuevo modelo de moto de asfalto, la Montesa Crono 75, diseñada especialmente para jóvenes con carnet A1. Inspirada en la mítica Operación Impala de los años 60, esta nueva aventura tuvo como objetivo recorrer toda España con tres unidades de la Crono 75, enfrentándolas a las condiciones reales de la carretera.

Durante aproximadamente 45 días y cerca de 10.000 kilómetros, las motos atravesaron el país bajo lluvias, nieve, hielo y todo tipo de terrenos exigentes. A lo largo del recorrido, periodistas de la revista Solo Moto se turnaban para conducirlas, documentando minuciosamente cada etapa. Al finalizar el reto, las tres motocicletas regresaron a la fábrica Montesa, donde fueron desmontadas completamente para verificar su resistencia y durabilidad. El resultado fue contundente: la Crono 75 demostró ser una máquina robusta, fiable y perfectamente adaptada al uso diario.
Pero lo más fascinante de esta historia es que una de aquellas motos originales, tal y como terminó la Operación Crono, sin restaurar ni alterar su estado final tras la hazaña, puede contemplarse hoy en día en el Museo de la Moto Española en Alcalá de Henares. Esta motocicleta no solo es una pieza de colección, sino un auténtico testimonio físico de una gesta histórica del motociclismo español, preservada para que nuevas generaciones puedan admirarla de cerca.
Aquellas Crono fueron motos, que destacaron por su innovador diseño de depósito, asiento y colín en fibra de vidrio en una sola pieza. Derivadas de la gama de enduro de 74 y 125, la Crono es hoy un icono entre los aficionados a las motos clásicas. Gracias a su conservación en el museo, la Operación Crono 75 sigue viva, no solo en la memoria de quienes la vivieron, sino también en el corazón de todos los que visitan esta pieza única cargada de historia.

