En 1982 se organiza esta 1ª expedición española al Polo Norte. Para ello se contó con la colaboración, una vez más, de la española Bultaco. Se prepararon para ello cuatro Matador Mk9 350 con ruedas especiales para hielo, aletas recortadas, sistema de calefacción de la admisión a través de los gases de escape, instalación eléctrica modificada y reforzada para la emisora y un enganche de remolque para poder tirar del trineo que tendría que llevar los 500 kilos de intendencia que cada una de las motos debía arrastrar. La idea era también promocionar ese «Made in Spain»: menos la radio y el equipo de filmación, lo demás -incorporaba ya un GPS- era todo fabricado en España, incluyendo ropa especial, sacos de dormir, armas (los osos polares son poco aficionados a las motos) y demás.